El gobierno, anunciado por la Ministra de Empleo Fátima Báñez en Bruselas, ha aprobado dar una ayuda de 430€ al mes durante un máximo de 18 meses a aquellos alumnos que ni estudien ni trabajen pero que consigan un contrato de formación en alguna empresa en España.
La ayuda, por lo tanto, sube hasta 7740€ para aquellos que consigan un contrato que se prolongue, al menos, durante 18 meses seguidos. Esta ayuda pretende sacar de ese agujero a los alumnos que en España no hacen nada: ni estudian ni están trabajando. La pregunta es ¿por qué no trabajan ni estudian?
Son muchísimos los alumnos afectados: casi el doble de los que cada año se presentan a la selectividad. En datos del gobierno, 500.000 alumnos podrían verse beneficiados de esta ayuda, para la que han reservado ya una partida de 500 millones de euros (aproximadamente, el 30% del presupuesto total de becas mec anual).
Muchos alumnos están en esta situación debido a la enorme desmotivación que les produce el sistema educativo y laboral actual, donde se han juntado una competitividad académica en niveles estresantes para muchos de ellos, una desinformación del mercado, unas situaciones financieras precarias y una tasa de paro elevada que hace que no todo el que quiera pueda trabajar.
No es cuestión de justificar la situación de los llamadas ninis, sino intentar comprender cómo han llegado ahí y actuar en esa dimensión del problema (antes y no después). Esta medida puede resultar en un extra de motivación para estos alumnos de modo que les faciliten la entrada al mundo laboral, con un contrato de formación (justo lo que necesitan) a pesar de que, a nuestro modo de verlo, la ayuda es algo elevada y debería situarse en los 250€ máximos.
El problema principal es no haber dado la suficiente motivación al alumnado, así como oportunidades, como para que logren estudiar aquello que desean y culpa de ello la tiene, en gran parte, el sistema de becas mec que deja fuera a todos los que sacan un 5 y han suspendido aunque sea una asignatura.
Por ejemplo, para nosotros es absolutamente ridículo que se quede fuera del sistema de becas un alumno de una familia pobre, por ejemplo de derecho o empresariales, que haya suspendido dos asignaturas. Este alumno no recibirá beca este año de ningún tipo y de recibir hasta 4000€ más la matrícula exenta, a tener que pagar 3000€ si el alumno estudia fuera de su comunidad, hay un alrgo trecho que muchas familias no pueden asumir y, por lo tanto, el alumno se queda fuera del sistema (y le costará volverse a reenganchar).
Lo mismo ocurre con un alumno de matemáticas que suspende 1 asignatura y tiene una media menor a 6, o con uno de medicina que suspende 1 asignatura con media menor a 6,5, que reciben solo beca de matrícula y, para algunos, es muy insuficiente por el coste de estudiar fuera de casa una carrera no disponible en tu localidad.
Con todo, esta medida es positiva para incentivar a las empresas a contratar a este colectivo que ahora mismo no hace nada más que esperar a ver el paso del tiempo, pero que en muchos casos necesita ese extra de motivación para encontrar un camino que le motive y le haga salir de esa zona de conforto. Esperamos que esta medida sea efectiva para reducir el número de ninis en España y no para acrecentar la picaresca española creando contratos basura o fantasma para simplemente conseguir dicha ayuda mensual de 430€.